martes, 3 de abril de 2012



Yo abrí de par en par las puertas de mi alma y dejé que saliera mi secreto peor,
disimulando lo triste y conservando la calma le dije "aunque no creas, estoy buscando amor".Nos rendimos los dos a fingir como tontos que yo era su marido y que ella era mi mujer pero al cabo de un tiempo yo no quería ser su esposo, ella quiso volver a ser la dama infiel.Ahora ella está feliz, volvió con el idiota, yo recorro las calles buscando otra mujer,y aprendí que mentirse tiene patas muy cortas que siempre la costumbre va a matar al placer

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